NADA 

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¿Escuchas risas  en  el silencio? Somos  nosotrxs,  nos  reímos de  aquellos  que  por  desidia se consumen  en  el  miedo de  tener miedo. La  civilización ha  fracasado en  su objetivo de  domesticarnos. Como  fieras  salvajes,  agredimos la sociedad-panóptico-moral- del hastío,  lanzando nuestras más  venenosas palabras, para  aniquilar de manera efectiva todas las instituciones y paradigmas de los  que se ha servido para erigirse  como leviathan ante  nosotrxs, lxs  iconoclastas.

No  acudimos a  ese lugar común que llaman  entendimiento,  donde la vida está  absolutamente determinada por  concepciones morales, sociales y  económicas. Nos declaramos  no aptxs para pensar,  pues  estamos  convencidxs  que la correspondencia de la vida no es el pensamiento y la  única forma de comunicación no es el lenguaje. Tampoco creemos en alguna idea y no  estamos  dispuestxs a morir  por  ninguna, pues podemos respirar y morir por  nosotrxs mismxs. Nuestro origen es el  escape del pensamiento, el  desdén por la  utopía, las  reacciones  confusas, las  creaciones distintas, la  nada  que nada  nombra.

No  sabemos  Quien somos,  vivimos lo que somos. Porque vivir  es un  movimiento,  una  acción y  hemos  decidido  vivir,  hemos  decidido  actuar. No  existe  un “yo”. No somos susceptibles a  clasificación  alguna.  No  reconocemos  a  nadie por  encima  de nosotrxs,  ni  autoridad moral ni legal que  pueda  juzgarnos y  castigarnos.
Nosotrxs  estábamos destinadxs a  ser  humildes instrumentos  al servicio del poder,  a  auto-sacrificarnos ante  el más absurdo  y  grotesco altar  de todos  los  fantasmas  humanos; incluso  estábamos destinadxs a  ser  transformadxs en un  “pedazo de material  humano”. Pero no creemos en el  destino.  Sólo creemos en  nuestra  capacidad  potencial.
Vivimos al  margen  de la  sociedad, pues no nos  interesa pertenecer a  ningún  grupo,   solo  nos  encontramos por la  afinidad  de nuestros  intereses.  No  nos deslumbran las  categorías  sociales,  nos  asquea  el poder y  nos  produce  Nausea  el  Estado,  sus deberes cívicos y  sus  derechos  humanos.

No  creemos en  nada,  vamos  a la  nada.
Con estos  escritos no   pretendemos crear  vanguardia intelectual,  ni  ser   doctorxs  de  filosofía  moderna,  ni  bohemixs conceptuales.  No tenemos  más  objetivo que  ser  criticxs de lo  existente, crear confrontación  permanente,  destruir  nuestrxs  propixs  dogmas.
Hemos  renunciado a  cualquier  nombre,  pues  de la  nada  hemos  surgido.  No  tenemos  Dioses,  ni encarnamos  ideas.  Lo  somos  todo   cuando  todo  es  nada.